Es un tratamiento semipermanente que requiere pericia porque cada extensión se pega a cada pestaña original.
El resultado puede ser desde natural a sofisticado, dependiendo del número de extensiones y el grosor de las que se coloquen.
Un alargamiento de pestañas te cambian no sólo la mirada sino la expresión de la cara, dan profundidad y agrandan el ojo sin necesidad de maquillarte por la mañana.